A los escépticos los invito a aprender, aprender todo lo que puedan en la vida, educación e instrucción familiar, educación escolar, universitaria, artes, ciencias, etcétera, instrucción, instrucción, más instrucción y entonces se darán cuenta que aprender es una acción real.
Estoy convencido que no aprender es tan indeterminado como la acción de aprender y sus repercusiones, pero si aprendemos podremos comportarnos de la manera más adecuada y precisa en cada situación y circunstancia y podremos desarrollar tal grado de conocimiento que nos apartaría de los inconvenientes y su efecto será manifiesto.
Si no educamos al futuro de la humanidad y no aprenden seguirá incrementándose la delincuencia en general. ¿Se escucha abstracto verdad? Y si se educan y aprenden decrecerá; igualmente perplejo.
En lo particular estoy convencido que aprender es la única opción para mejorar.
A renglones seguidos realizaré la transcripción de un bello segmento escrito por Merlín sobre la “Educación”, es algo que estoy seguro quedará en sus mentes en esencia mientras vivan.
“Lo mejor para la tristeza “, contestó Merlín, empezando a soplar y resoplar, “es aprender algo”. Es lo único que no falla nunca. Puedes envejecer y sentir toda tu anatomía temblorosa; puedes permanecer durante horas por la noche escuchando el desorden de tus venas; puedes echar de menos a tu único amor; puedes ver al mundo a tu alrededor devastado por locos perversos; o saber que tu honor es pisoteado por las cloacas de inteligencias inferiores.
Entonces sólo hay una cosa posible: aprender. Aprender porqué se mueve el mundo y lo que hace que se mueva. Es lo único que la inteligencia no puede agostar, ni alienar, que nunca la torturará, que nunca le inspirará miedo ni desconfianza y que nunca soñará con lamentar, de la que nunca se arrepentirá. Aprender es lo que te conviene. Mira la cantidad de cosas que puedes aprender: la ciencia pura, la única pureza que existe. Entonces puedes aprender astronomía en el espacio de una vida, historia natural en tres, literatura en seis.
Y entonces después de haber agostado un millón de vidas en biología y medicina y teología geografía e historia y economía, pues entonces puedes empezar a hacer una rueda de carreta con la madera apropiada, o pasar cincuenta años aprendiendo a empezar a vencer a tu contrincante en esgrima. Y después de eso, puedes empezar de nuevo con las matemáticas hasta que sea tiempo de aprender a arar la tierra.
Verdaderamente que la educación es cara, pero la ignorancia lo es más, como lo dijo alguien alguna vez. Aseguro que por costosa que sea se olvidará su costo, pero los beneficios latentes se exteriorizarán de acuerdo a las circunstancias, a la luz de una comprensión diáfana por el cúmulo de conocimientos adquiridos dando como efecto una calidad humana elevada y nunca olvidada.
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