Buenos días mijo
¿Cómo estás?
¿Cómo has pasado?
Mijo lindo.
Creí por momentos que un hijo podía olvidar a su padre.
O que un padre podía olvidar a su hijo.
Recordé aquel segmento titulado "PAPÁ OLVIDA " que una vez leyera donde el padre juzgó a su hijo por sus años maduros y lo castigó por haberlo encontrado jugando en la calle con unas medias nuevas que le había comprado en días pasados.
Mijo, ese padre como yo en muchas ocasiones no me puse tu calzado como lo refiere esa historia.
Ahora lo lamento y le pido a Dios, me perdone, pero no justifico mi acción, sólo la reconozco y lleno de amor te ofrezco disculpas porque en ocasiones no me coloque en tu lugar.
Apenas abrí ese video para verlo no sé pero, mi corazón empezó a temblar de emoción y temor, pero un temor de gran interés de no exigirle a mi intelecto que justificara todo aquello del pasado sino por el contrario me proveyera el valor de reconocerlo a viva voz y lo mejor, enmendarlo.
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