Esto implicaría
entonces, que se debe fortalecer la comunidad académica, la reflexión
pedagógica en las instituciones educativas, el liderazgo pedagógico y mejorar
el clima de enseñanza y aprendizaje. Además, se debe garantizar también una
completa reforma curricular e igualmente reestructurar la formación de los
docentes.
¡En
la actualidad, necesitamos docentes que enseñen a pensar, escuchar, hablar y
eso hoy por hoy no se enseña en ninguna maestría, ni mucho menos en un
doctorado!
Ahora bien, si no
tomamos como referencia lo anteriormente expuesto, la educación entra a ser un
campo de combate en la educación superior a causa que en el momento cuando el
estudiante termina sus estudios, los conocimientos supuestamente adquiridos ya no
le sirven para nada práctico en la vida y esto se debe a que muchas veces en
las escuelas el pensamiento no se le respeta al estudiante, ni mucho menos se
le reconoce como un pensador. Es por ello que podemos concluir que la educación
debería formar pensando, porque un hombre que pueda pensar por sí mismo, puede
apasionarse por la búsqueda del sentido o la investigación.
Por consiguiente, es
importante que los sistemas educativos en el Siglo XXI, comprendan los tiempos
que vive la humanidad, por medio de los cambios demográficos y económicos en
los cuales se encuentra cada nación.
Finalmente, a todos los
maestros que tengan la oportunidad de leer esta columna, los invito a hacer del
aprendizaje un camino para toda la vida.
Viseaf & Hábitos Saludables
Por:
José Francisco Mora Núñez
Colaborador:
Andrés Nicolás Olivares León
Ilustrador
digital: Luis Fernando Soto Sáenz
Procedencia de la imagen: Twitter.com
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